Gobiernos y BIM: maximizando el valor de los fondos disponibles
Los gobiernos llevan una gran carga sobre sus hombros. No solo deben garantizar una infraestructura segura y suficiente para todos los ciudadanos, sino que además deben hacerlo sin derrochar el dinero de los contribuyentes ni dañar el medio ambiente. Sin embargo, la industria de la construcción tiene una larga historia de baja productividad, y hasta hoy, el 98% de los megaproyectos sufren sobre costos del 30% y se entregan con un retraso del 40% (McKinsey). ¿Parece una tarea difícil cambiar esta realidad? Pues no lo es:
El Modelado de Información de Construcción (BIM, por sus siglas en inglés) es un proceso digital en 3D que permite a todos los actores de un proyecto de construcción visualizar, calcular y analizar el costo, el tiempo, el mantenimiento, la seguridad y la sostenibilidad del proyecto aún antes de que inicie la obra. BIM permite a los gobiernos construir de manera más responsable, maximizando el valor social, económico y ecológico de fondos escasos. Así que, ¿es realmente una sorpresa que se haya convertido en un aspecto central de las contrataciones públicas en todo el mundo? ¡No lo es!